El club eqüestre
INTRODUCCIÓN
Sonó
el timbre, los niños salieron del aula, Lara y Uxia (amigas
inseparables) cogieron sus bicicletas, que habían atado a una barra
de metal puesta a modo de barandilla, y pedalearon hasta sus casas la
chicas se despidieron y continuaron su camino. La casa de Lara no
estaba muy lejos del instituto, pero había que subir grandes y
largas cuestas.
Lara
tenía el pelo castaño, y unos ojos grandes, azules, grises y
verdes, y una piel, bastante pálida y siempre llevaba un colgante
con un caballo blanco y una herradura roja, Uxía tenía el pelo
semilargo y rubio, parecía de oro, y unos ojos azules, su piel era
más morena que la de Lara, pero no dejaba de ser pálida.
Cuando
Lara llegó a su casa, su madre estaba cocinando, Lara puso la mesa y
subió a su cuarto, y rápidamente buscó en su ordenador
"Campamentos en Galicia 2014" No salieron resultados, su
madre gritó:
-¡Lara
baja a comer!- Lara cerró la pestaña del portátil y bajó. Se
sentó a la mesa y se puso a comer, mientras devoraba la ensalada de
pasta, su madre le preguntó:
-Cielo,
¿no estás nerviosa por el campamento de mañana?
-No-
respondió Lara (continúo comiendo)
Cuando
terminaron, de comer, Lara se levantó y cogió un sorbete de limón,
subió a su habitación, el teléfono sonaba,
-"Hola,
Lara"
-Si
hola Uxía
-"¿Quedamos
hoy a las cinco?"
-Pues
claro, Hasta luego Xiuxu- Preparó una mochila cun su cámara
fotográfica, un álbum de fotos y una figutita de un caballo.
En
su reloj ya daban las cinco menos cuarto, asi que Lara se preparó y
salió de casa para ir con su amiga, cuando llegó a la plaza allí
estaba Uxía mirándola con una gran sonrisa.
-¿Que
tal?¿no estás deseando ir al campamento?¡porque yo si!
-Y
yo Uxi.
Lara
y Uxía se pasaron toda la tarde hablando del campamento al que iban
a ir al día siguiente. Ya eran las ocho, las chicas se despidieron y
se marcharon a sus casas.
LA
LLEGADA
Las
cortinas se abrieron, y a Lara la luz le molestaba en los ojos, miró
al techo, y pensó que día era, y en un abrir y cerrar de ojos, Lara
se dio cuenta de que hoy comenzaba el campamento, bajó rápidamente
las escaleras, y desayunó tan rápido como pudo, bajó la maleta y
la puso en el maletero el coche,
-¡Vamos
mamá!- Lara estaba muy pero que muy emocionada. Pararon un momento,
tenían que recoger a Uxía. Por el camino las niñas hablaban de lo
maravilloso que será el campamento, y pensaban que actividades
habría porque ninguna de ellas sabía que era un campamento más
especial de lo que creían.
Los
quilómetros pasaban, y cada vez Lara se emocionaba más. El coche
frenó y las tres salieron del coche, la madre de Lara sacó las
maletas, y les dio una bolsa a cada una y dijo:
-No
las abráis hasta que os digan a dónde vais a ir- y le dio un beso a
su hija. Se subió al coche y se fue.
-¡chicas!
venid
aquí, ¡u os perderéis el campamento!- Lara y Uxía, se acercaron a
la monitora.
-Vamos,
ahora iremos a los establos, allí escogeréis un caballo y lo
preparareis para montarlo.
-¿Caballo,
montar?- preguntaron a coro Lara y Uxía
-Sí-
respondió la monitora, las chicas abrieron las bolsas, todas las
niñas llevaban una así, dentro de ella, había un casco, unos
botines de equitación y unas polainas, todas se pusieron el
equipamiento y se dirigieron a un edificio de madera, al ver lo
largo que era y todos los caballos que había todas se dirigieron a
buscar el caballo de sus sueños, Uxía eligió a una yegua pinta
llamada Patch, y Lara escogió a una yegua negra llamada Mora,
la chica de al lado, había escogido un precioso caballo isabelo
llamado Luz de estrella, enseguida las chicas le preguntaron:
-Hola,
¿cómo te llamas?
-Nina-
respondió ella, Nina tenía el pelo castaño claro, y los ojos color
avellana, su piel era mucho más morena que la de Uxía y la de Lara,
y rápidamente las chicas mirándose unas a otras y sonriendo , se
dieron cuenta de que serían unas amigas inseparables.
APRENDIENDO
La
monitora les dijo a todas que llevara a sus caballos junto a sus
ayudantes, y pidió que hicieran grupos de tres, Nina, Uxía y Lara,
fueron al lado de una monitora que les enseñó a cepillar a sus
caballos, y dijo:
-Chicas,
¿alguna de vosotras sabe montar?
-No-
respondieron ellas
-Entonces
ensillamos al caballo, y lo llevamos al picadero, ¿vale?- allí les
darían su primera clase.
El
picadero era muy grande y como hacía mucho calor, habían humedecido
la arena del suelo. Ese centro tenía tres o cuatro picaderos, y
como había pocos niños, solo utilizaron tres, solo éramos nosotras
tres en el picadero y en los otros había otras tres niñas en
cada uno, el monitor de equitación nos dijo en que postura
ponernos...
-la
verdad, es que montar a caballo es muy gratificante. -comentó Nina
-Si,
me encanta montar- dijo Lara, Uxía sonrió mientras miraba a su
yegua, que resoplaba por el calor.
Poco
más tarde, las chicas después de guardar a sus caballos, fueron a
sus habitaciones, eran muy grandes, Uxía, Nina y Lara, habían
decidido ir juntas en el mismo apartamento, cuando abrieron la
puerta, las tres se quedaron muy sorprendidas, era muy chulo,
había un sofá tres habitaciones, dos baños, una tele... Las tres
correteaban de puerta en puerta muy alegres, y cuando inspeccionaron
bien el apartamento, se sentaron en el sofá y se pusieron a ver la
tele. Después de ver a varios jinetes saltar en un campeonato
nacional por la tele, la monitora golpeó la puerta y gritó:
-¡A
comer, o no cogeréis turno en la cafetería!- Uxía, salió la
primera, seguida de Nina y Lara, las tres tenían hambre. Cuando
llegaron al comedor, vieron una cola muy larga, primero estaban tres
monitores de siguientes todas las niñas del campamento y
después otras tres monitoras, la comida estaba bastante bien, de
comer tenían tortilla de patatas, un filete con ensalada y un helado
de vainilla de postre.
Ya
en el apartamento, las tres se ducharon, y más tarde, se pusieron a
ver la tele, como no, ¡un programa de caballos! Pasó tanto rato de
saltos y de doma por la televisión, que las tres se dieron cuenta de
que era la hora de cenar, se vistieron, y bajar las escaleras, había
mucha cola, pero no pasó mucho rato hasta que llegara su turno, las
tres pidieron una sopa, cuando se dirigían a sentarse en
una mesa, decidieron dentarse al lado de una niña, porque
parecía que estaba muy sola, nada más dejar la bandeja en la mesa,
aquella niña, levantó la cabeza, y dijo:
-Esta
es mi mesa
-¿Qué?-
dijo Nina creyendo que no la había entendido
-Que
es mi mesa, quiero que os vayáis, me gusta este sitio, y ahora me lo
habéis manchado, voy a tenes que cambiarme de mesa,
además, yo no hubiera elegido unos jacos como los
vuestros, de hecho no tengo que elegir, ya tengo mi caballo propio.
-Que
niña más repugnante, ni siquiera nos hemos podido presentar- dijo
Uxía
-Pues
ahora si que sabremos su nombre ¡Cómo te llamaaaaaas!- Grito Nina
-¡Tonta!
Mira que no saber mi nombre, soy Carmen Campo Verde, soy la hija de
M. Campo Verde, el jefe de la empresa que fabrica todos los remolques
de caballos, los remolques "SpeddHorse", una de las
marcas más caras.- y enseguida, las chicas muy aburridas
respondieron- Vale, pero eso no debe ser muy guay, remolques para
caballos, pero no trabajas con caballos, yo no lo veo muy
interesante.- Terminaron de comer, tenian que ir al apartamento para
ponerse la ropa de discoteca, porque el primer y el último
día de campamento, tendrían una noche de disco.
La
discoteca estuvo muy bien, pero por la mañana , nadie era
capaz de levantarse, estuvieron de juerga hasta las cuatro de la
mañana, ¡y eso afecta al sueño!
PRIMER
DÍA
La
monitora, nos despertó a las ocho de la mañana porque
teníamos que preparar a los caballos, ¡teníamos que entrenar si
queríamos poder ganarles a los de el club e equitación de
"Horsez un lugar para caballos" no
dejaremos que nos ganen! Se vistieron y salieron a toda mecha para
poder desayunar y preparar a los caballos. Después del desayuno, las
tres chicas fueron a cepillar y ensillar a los caballos, (Amira ya
les había enseñado)
-
¿primero que iba, la rasqueta o la almohaza?- preguntó Nina
-Hee...-Uxía
y Lara se quedaron pensativas
-La
almohaza- dijo su monitora, que salió del cuarto de los arreos.
-Gracias
Amira- respondió Nina. Mientras cepillaba a los caballos, la
monitora, preparaba el picadero para la clase.
Cuando
terminaron de preparar a los caballos, las tres niñas fueron al
picadero, y dieron la clase, pero tres segundos más tarde de que se
dieran cuenta de que les faltaba alguien, llegó la pesada
de carmen.
-Hola- dijeron las
niñas intentando que les respondiera con amabilidad.
-Hola
lerdas- dijo con tono de burla-¿Por lo que he visto en el
picadero sabéis montar muy bien? así que os reto a una carrera
de campo a través el domingo.- las niñas se
quedaron boquiabiertas al escuchar tal estupidez,
y en un abrir y cerrar de ojos respondieron que no.
UN
DÍA MUY POCO TRANQUILO
Ya
llevaban en el campamento una semana, y como ya sabían montar
bastante bien, salieron a dar un paseo por el campo, Nina, le puso
los arreos a Luz de Estrella, y Lara, y Uxía cepillaron a las yeguas
antes de ensillarlas. Cogieron a los caballos y salieron a pasear. Un
poco más tarde, cuando pasaban cerca de la granja del sr. Balhuo,
las niñas, bajaron de sus monturas y se acercaron al gran portal que
había en las cuadras, un hombre abrió las puertas y les dijo:
-¿Qué
hacéis aquí niñas?
-Nada,
solo queríamos ver a los caballos
-Yo
no puedo daros permiso, yo solo puedo estar aquí para alimentar y
cepillar a los caballos. Tenéis que pedírselo al sr. Balhuo.
-Está
bien.-dijeron ellas, y siguieron con el paseo. Mucho rato más tarde,
cuando ya volvían, vieron a un niño, de más o menos su edad,
montando a un hermoso purasangre negro, le seguían otros dos niños,
con otros dos caballos, los dos e ran bayos. Las tres chicas, optaron
por seguirlos pero no al mismo paso, fueron al trote, puesto que
Amira no les enseñó a galopar todavia. Llegaron a la granja del
señor Balhuo, desmontaron, y dieron unos golpes en el gran portalón,
uno de los chicos abrió la puerta.
-Hola-dijo
Lara- ¿sabes donde está el sr. Balhuo? Teníamos ganas de entrar en
la granja para ver a los caballos, y nos dijeron que le preguntásemos
a el.
-La
verdad, no se donde está, pero puedo enseñaros yo a los caballos.
-¿Si?
Gracias, ¡nos encantaría!-Las niñas siguieron al niño, y Lara, le
preguntó:
-¿como
te llamas?
-Hugo
y estes son Ángel y Nicolás, pero nosotros le llamamos Nico. Bueno,
vamos a ver a los caballos, espero que os gusten.- Hugo, caminaba por
el establo y les enseñaba a las chicas los caballos, pero algo llamó
la atención de Nina, una yegua relinchaba y daba coces al aire,Hugo,
les informó a las chicas de que esa yegua, era Ikatz, la yegua que
el entrenaba, todos fijaron la mirada en ella y corrieron para
calmarla, pero, aquella yegua estaba dentro de la cuadra, y dando una
coz, se dio un golpe en la pata, Nico llamó a la veterinaria, y al
señor Balhuo, cuando llegaron, las niñas se fueron porque no podían
estar allí, cuando llegaron al campamento, se oyó el teléfono de
la monitora, y se lo dio a las niñas, era Ángel.
-¡Es
urgente! Venid a la granja, ¡va a pasar algo terrible!- Lara colgó
el teléfono, y todas ensillaron rápidamente a sus caballos, y se
marcharon al trote ( porque no sabían galopar) hacia la granja,
cuando llegaron, ya era de noche. Ángel, Hugo y Nico, estaban
sentados en un par de piedras que había junto las vayas blancas.
-¿Qué
ha pasado? Hemos venido lo más rápido posible.- dijo Nina
-Van
a sacrificar a Ikatz, se ha roto la pata al dar una coz en el
esrablo, por eso hemos pensado... que podríais ayudarnos a ... vueno
a...-Tartamudeaba Nico- ¡a ROBARLA!
-
¿Qué? No podemos es muy peligroso, y...¡nos castigarán!-Uxía
temblaba por el frío mientras hablaba. Pasado un rato, las niñas
aceptaron ayudarles, la yegua moriría dos días más tarde, pero,
ellos, planearon cojerla, la noche anterior a que llegara el
veterinario.
LA
NOCHE DEL ROBO
Nina,
se despertó primero, y después despertó a las demás, se vistieron
de negro, y entraron en los establos, si querían llegar a tiempo
tenían que ir a caballo, con cuidado, ensillaron a los caballos, y
salieron, mientras trotaban por el sendero del bosque, las tres
chicas, hablaban, sombre donde esconderían la yegua, y que harían
con ella, cuendo llegarnon, Gabriel, Ángel y Nico, les estaban
esperando en la puerta de los establos, abrieron la puerta, y todos
entraron, abrieron la cuadra de Ikatz y... ¡NO ESTABA! Todos se
preguntaban donde podría estar, entonces, Gabriel dijo, que podría
estar en el prado, porque las noches en las que no hacía mucho
frío, sacaban algunos caballos a pasar la noche fuera, para mejorar
su resistencia etc...
Todos
revisaban todos los campos, pero no encontraban a Ikatz, los cruzaban
pero no habías muchos caballos, y nonguno era Ikatz, todos estaban
muy decepcionados, querían salvarla, pero, no sabían donde estaban,
y tampoco si estaba ya en el matadero.
Se
pasaron toda la noche caminando por el bosque, por los prados, por
los caminos... Pero no aparecía.
Se
despertaron, bastante tarde, más o menos a las siete, porque ellos
tenían que volver al campamento antes de las seis, las tres chicas,
corrieron al campamento, pero, una sorpresa, les esperaba, cuando
estaban llegando, una niña, se les cruzó, y llevaba a un purasangre
negro del ronzal, Nina, dijo:
-Hola,
¿como se llama ese caballo?-La niña asustada, montó en el, y le
dio un par de toques con los talones, pero el purasangre, no se
inmutó, y enseguida respondió:
-Se
llama Ikatz, es una yegua del señor Balhuo, y me dijo que la
paseara...
-Se
a donde quieres ir a parar- dijo Nina- tu querías robarla, ¿no?
-Si
digo no... pero...esque...
-¡Tranquila,
nosotras te ayudaremos! pero, tenemos que volver al campamento...
mira, tengo una idea, tú, ve a la granja del señor Balhuo por
detrás, y diles a unos chicos que hay alli, que te ayuden, y que
quedamos a las doce delante del bosque.- la niña, bajó del caballo,
y fue a la granja, por detrás.
NERVIOS
Cuando
llegaron al campamento, aún no había nadie fuera, corrieron a la
entrada, pasaron sigilosamente... y se metieron en la cama, no les
dio tiempo ni a cerrar los ojos, sonó el depertador, y se
levantaron, tenían que ira a clase. Bajaron las escaleras, con la
misma ropa de ayer, y ensillaron a Patch, a Mora y a Luz de Estrella.
Y comenzaron la clase, como si no pasara nada, aunque ellas estaban
impacientes por poder volver a ver a Ikatz y también querían saber
el nombre de aquella misteriosa chica. Después de aquella
“maravillosa” clase, en la que “aprendieron” a corregir su
postura y a ir al trote sin dar saltitos en el caballo. Salieron
rápidamente de los establos, y corrieron eran las once y media,
dijeron que iban a dar un paseo, y salieron al trote hacia el bosque,
el camino duró, casi media hora, llegaron sobre las doce, un poco
antes, la niña apareció por el camino por el que habían venido
ellas y llevaba a Ikatz por el ronzal.
-Llegáis
pronto-dijo aquella misteriosa niña
-¡Por
lo que veo nos dimos demasiada prisa!-dijo sonriente Nina.
-¿Cómo
te llamas?-preguntó insegura Lara.
-Ana-
repondió ella,la verdad, es que ni Lara ni Uxía ni Nina, sa habían
parado a pensar, el porqué estaba Ana, robando la yegua... Entonces
Uxía, le preguntó de donde era, porqué estaba robando la yegua y
por que aceptó su ayuda. Ana iba en cabeza del grupo, sonriente y
muy feliz, les dijo que tenían que llevar a Ikatz al granero pero no
respondió a ninguna de las preguntas de Uxía. Y ellas montadas en
sus caballos la siguieron, hasta llegar al granero, allí, ataron a
la yegua y hablaron sobre lo que harían con ella, después de una
larga discusión, decidieron que llamarían a la protectora
municipal, Ana que llevaba unas monedas encima, las depositó en una
cabina telefónica que no estaba muy lejos, y la protectora fue allí
rápidamente y se llevaron a Ikatz, ya iba de camino a un lugar donde
seguramente no la intentarían sacrificar.
UNA
NUBE
NEGRA
Hugo,
estaba triste por tener que separarse de Ikatz, aunque por otro lado
estaba muy feliz por que Ikatz estuviera ya en un lugar mejor... pero
ahora ya tenía que olvidarse de ella, y centrarse en su trabajo,
porque ya llevaba casi una semana sin ir al trabajo, las chicas,
decidieron apoyar a Hugo, pero también animarle a ir al trabajo.
Después de repetirle una y otra vez que fuera al trabajo, se levantó
y fué a la granja del señor Balhúo, Nina, Lara y Uxía volvieron a
sus clases, y a sus días normales de campamento, hasta que un día,
llegaron Nico, Ángel y Hugo. Hugo, como había faltado al trabajo
una semana, le despidieron, y ahora estaba buscando trabajo. El era
una persona muy lista, y se merecía un trabajo bueno.
Después
de semanas buscando un buen trabajo, lo encontró, era un
trabajo de mozo de cuadra, y además era en un centro ecuestre
cercano al de Nina, Uxía y Lara, pero... era uno de los centros rivales a las cuadras de las chicas.